A día de hoy aún son pocos los edificios que han obtenido el certificado de eficiencia energética, necesario por ley desde el pasado mes de Junio para la venta o alquiler de un inmueble. Este certificado, que debe ser obtenido por el propietario del inmueble, busca la calificación del mismo dentro de una escala similar a la utilizada en los electrodomésticos, comenzando por la eficiencia energética A y llegando hasta la G.
Al parecer hasta el mes pasado se han expedido en toda España cerca de 170.000 certificados de eficiencia energética sobre otras tantas construcciones o inmuebles. Pocos sin pensamos que actualmente existen más de 3 millones de viviendas vacías que buscan ser vendidas o alquiladas. Además, más del 90% de estas certificaciones se han realizado entre las comunidades de Madrid y Cataluña, dos de las que cuentan con mayor densidad de población y de construcciones e inmuebles, y las primeras en regular el registro de certificados. Incluso se está llegando ya a imponer las primeras sanciones en estas comunidades. Otras, sin embargo, aún no han habilitado el registro leta.se, o bien permiten registrar los certificados sólo de forma presencial, ralentizando el proceso.
Y si la implantación del registro de certificados está siendo dispar en los organismos públicos, entre los ciudadanos impera el desconocimiento. La mayoría de las personas que buscan piso o casa ignoran que deben recibir información sobre eficiencia energética del inmueble, y que les puede ser útil a la hora de decidirse entre uno u otro. Por su parte muchos propietarios no saben que deben solicitar el certificado y opinan que no es más que un intento más de recaudación por parte del gobierno. No es el caso, ya que la implantación del certificado de eficiencia energética procede de una imposición europea para adaptarse a la legislación que debía haberse realizado hace años ya que forma parte de las medidas de la unión dentro del cumplimiento de objetivos del protocolo de Kioto.
En www.ingenieriahelmantica.es recordamos que debe ser un profesional cualificado, un técnico que debe supervisar la vivienda para obtener la información necesaria y así calificar de forma precisa el inmueble. Asimismo puede ofrecer consejos y/o soluciones al propietario para mejorar la calificación y de esta forma la eficiencia energética en temas como sistemas de aislamiento o climatización.
Es necesario tener sumo cuidado a la hora de elegir a los profesionales o empresas que realicen la certificación de nuestra vivienda, ya que en algunas comunidades se están investigando casos en los que de forma fraudulenta se otorgó a un edificio la calificación energética más alta, la A, sin siquiera haber realizado una visita por parte del técnico, lo que incurre en un delito y está penado con cuantiosas sanciones.
